En una ciudad hermosa
los pies de una montaña,
había una escuela pequeña
con las paredes muy blancas
.Los niños, en la escuelita,
jugaban con las palabras:
“Tres frutas”, dijo la profe.
Y respondieron los peques:
“Pera, plátano, naranja”.
“Tres flores”, propuso entonces,
y respondieron de nuevo:
“Rosas, margaritas, malvas”.
“¿Y una palabra, quizás,
que signifique a la vez,
mil cosas maravillosas?”,
propuso la profesora,
esperando alguna cosa…
los niños y las niñas
respondieron al compás:
“¡SÍ, PAZ, PAZ, PAZ!”.
(El barquito letrero. Pilar A)
