Nuestras aulas matutinas y vespertina y nuestro comedor funcionan con gran éxito. Aunque a los peques de tres años estas actividades les suponen un esfuerzo extra y una capacidad de adaptación más grande que a los demás. Es por eso que debemos comprender sus miedos, su rechazo inicial y la ansiedad que pueda causarles, a veces, con mucha paciencia y cariño. Aquí nuestras medallas de valientes.